He hecho una lista de ocho tipos de militares que sorprende por su curiosa situación. Desde irlandeses luchando codo con codo con mexicanos a mujeres letales protegiendo a cierto libio, pasando por un carlista combatiendo nazis. Todos con sus mil motivos para embarcarse en guerras remotas, que pudieron costarles la vida (o se la costaron directamente). Es una lista personal, hecha desde luego desde la subjetividad y la intención de rescatar del olvido a estos combatientes. Que su memoria perdure en estas humildes líneas.
Batallón San Patricio: Irlanda ama a México
El Batallón de San Patricio surge en la guerra de Estados Unidos contra México en 1846 a 1848. Mientras el nacionalismo se implanta con fuerza en todo el mundo desarrollado, las revoluciones se suceden, en Norteamérica se diluye quien va a tener la supremacía. México no hacía mucho que se había independizado de España, y teniendo en cuenta que sus tierras comprendían el Virreinato de Nueva España tenía muchas posibilidades de erigirse con la hegemonía. Pero la inestabilidad económica, civil y la independencia de Texas y California hicieron que Estados Unidos interviniese.
Pero, el nacionalismo no acaba de implantarse en una nación de inmigrantes de creación reciente. Y prueba de ello es que desconfiaban mucho de esos irlandeses recién llegados a América, católicos ellos, seguramente más leales a Roma que a Washington. Y de hecho, irlandeses principalmente, aunque también polacos, franceses e italianos sufrieron vejaciones continuas por parte de los radicales puritanos de Estados Unidos. Y para más inri sólo les usaban como carne de cañón, al más puro estilo de los británicos de los que huían. Esto provocó la deserción a un ejército católico que les trataría en el peor de los casos como iguales, el mexicano. Adoptaron el nombre del patrón de Irlanda y se pusieron al servicio de las maltrechas tropas del país del sur.
Con el fanatismo que solo tiene un converso lucharon los soldados del Batallón de San Patricio. Este batallón tuvo actuaciones muy meritorias, y se calcula que sólo lo formaban de doscientos a ochocientos hombres. A veces actuaron de artilleros y otras veces de infantería. En el sitio a Monterrey lograron defender la Ciudadela con éxito. En la Batalla de la Angostura diezmaron un batallón americano y capturaron dos cañones, si bien sus acciones no fueron nunca bien aprovechadas por la baja calidad de sus mandos.
Ya bien comandados por el general Anaya resistieron en el convento de Churubusco. Aunque los estadounidenses eran superiores, el valor de los de San Patricio y sus buenas defensas naturales lograban vencer. Pero, en menos de una hora ocurrió la hecatombe, pues se les acabó la munición, y un obús perdido del enemigo hizo volar su reserva. Cuando el general Twiggs exigió que le entregasen el parque de artillería, el general Anaya le enfrentó: “si tuviésemos no estaría usted aquí”. Al final el arrojo de los irlandeses no sirvió para que la inutilidad a la hora de planificar la logística les condenase. El cruel general Winfield Scott les ahorcaría obligándoles a ver como arriaban una bandera mexicana y ponían una estadounidense. Símbolo claro de cómo la guerra acababa.
Ghost Army: sí, hasta los fantasmas se ponen de parte de EEUU.
Estados Unidos siempre ha sido un país con capacidad de innovación militar extrema. Y todos conocemos la historia de su intervención en Europa, liberando las regiones clave de Francia-Benelux e Italia. Desembarcaron en Normandía junto a la ayuda de los Aliados y la guerra se convirtió en una carrera por ver quien llegaba a Berlín. Esto era clave, cuanto más territorio pudiese recorrer o los Aliados o la URSS, más quedarían bajo su influencia.
El caso es que la Wehrmacht todavía pretendía vender cara su piel, como mostraron en las Ardenas o Montecassino. Pero, los anglosajones sabiendo esto crearían una muy interesante división: el Ghost Army (ejército fantasma). Y es curioso que hasta cuarenta años después no se supo nada, una vez se desclasificaron los archivos gubernamentales. La formaban alrededor de tres mil hombres, pero no hombres típicos. Lejos de ser reclutados en los campos de Arkansas, fueron alistados en teatros, agencias de moda, círculos artísticos, actores, diseñadores, ingenieros y arquitectos. Se daba la instrucción de buscar un perfil creativo para esta tropa. No cualquiera podría formar parte del Ghost Army.
En dicha unidad se dedicaron a confundir a los alemanes con falsas maniobras. Contaban con un apartado visual, en la que ingenieros y arquitectos diseñaban tanques, aviones y cañones… hinchables. Sí, se hinchaban mediante compresores de aire. Además un apartado de sonido en la que mediante radio y altavoces daban siempre la impresión de ser treinta mil en vez de diez veces menos. Y además los actores fingían estar borrachos, de forma que los alemanes tenían la ilusión de que eran una tropa indisciplinada que caería fácilmente bajo el empuje teutón. Operaron con éxito en el cruce del Ruhr, Luxemburgo y el Bosque de Hortgën. Y en sus filas participaron artistas reconocidos como Arthur Singer o Bill Blass.
Trece Asquerosos: cuando tienes una unidad de Tarantino
Y en la campaña post-Normandía participarían más tropas curiosas, por mucha polémica que despierten los estadounidenses, hay que reconocer que sus tropas especiales eran muy variopintas. Y ahora hablaremos de un tipo de unidad que se merece un lugar en la historia, el paracaidista militar. El paracaidista salta del avión y actúa como fuerza de élite, prueba de ello fue la 101 División Aerotransportada. Pese al intenso fuego enemigo sobre el aire, muchos con paracaídas agujereados consiguieron tomar tierra en Normandía. Treinta y ocho de ciento veinte lograron los objetivos, el resto corrió variada suerte. De cualquier forma, son una unidad tan recordada como los Panzer debido a su extraordinario valor.
Pero desde luego que no tan recordados son los famosos Trece Asquerosos, formando la Sección de Demolición del 506 Regimiento. Y concretamente eran así llamados porque hartos del continuo entrenamiento decidieron dejar de lavarse. Además tenían una muy mala costumbre, y era no saludar en ningún caso a sus superiores, y siempre estar metidos en problemas. Alcohol, peleas, cualquier cosa les valía. Entre eso y el hedor que desprendían hizo que muchos de sus compañeros se alegrasen de que pasasen en el calabozo el tiempo entre batalla y batalla.
Claro que si pasaron a la historia y hasta cierto punto se les toleraban sus fechorías era por su enorme valor. Demolieron los puentes del Río Douve, y defendieron los de Eindovhen. Lo cierto es que siempre entre mutilados y muertos perdían la mitad de sus efectivos, pero cumplían su misión. Por idea de Jack McNiece, que era medio indio, se cortaron el pelo a lo mohawk, y su grito de guerra era «Kuraheee!!!«, que significa “nos bastamos solos” en cherokee. Y su actuación en Bastodon para liberar Bélgica fue clave.
Claro que pese a que sus misiones eran suicidas por naturaleza, su falta de piedad con el enemigo era igual de famosa. McNiece lo justifica diciendo que “Si estábamos tras líneas nazis, ¿qué íbamos a hacer?”. Agnew se defiende diciendo que solo eran poco ortodoxos. De cualquier forma, pese a que eran continuamente ascendidos por su valor y degradados por su indisciplina, entre sus miembros llegaron a recibir condecoraciones variopintas como la Legión de Honor francesa o Corazones Púrpura americanos. McNiece trabajó en correos el resto de su vida, y siempre podría presumir de que sobrevivió a cuatro saltos cuando la media era de uno y medio. Murió en 2013. “Dios no sabía si enviarme al cielo o al infierno, temía que en los dos sitios pudiera montar una buena”.
Legión Islámica de Liberación: palestinos y nazis, pesadilla de Israel
Recientemente el presidente de Israel Netanyahu afirmaba que fue un palestino el que convenció a Adolf Hitler de hacer el Holocausto. No sabemos con que pruebas habla, y no sería la primera (ni tristemente la última) vez que que un político prostituye la historia para sus fines. De cualquier forma, la base de esa tesis es una conversación real que tuvo el Gran Mufti de Palestina y que desembocó en una curiosa alianza casi contra natura. Y aquí empieza la historia de este extraño cuerpo de fuerzas armadas.
El Gran Muftí en el periodo de entreguerras fue nombrado Presidente del Gran Consejo Musulmán. Y sus arengas contra los franceses e ingleses que dominaban el mundo musulmán se escuchaban por todos los rincones del panarabismo. Y cuando estalló la Segunda Guerra Mundial trató de pedir ayuda a Hitler, y este mismo la aceptó. No es que Adolf fuese un anticolonialista, es que debía aprovechar cualquier ayuda que le viniese bien. Y el Gran Muftí le convenció para crear un cuerpo de soldados musulmanes que pudiesen ejemplificar la colaboración nazi-musulmana. Y de distintas partes de todo el orbe, los muyahidines fueron a jurar lealtad al Führer y luchar por la expulsión de los europeos colonizadores.
Sirvieron más que como unidad de élite (como si fue la División Azul) para reclutar voluntarios norteafricanos para el Afrika Corps. El mito del ejército alemán rubio y alto es eso, un mito ario. Cubrirían la retirada del ejército alemán tras la hecatombe de Stalingrado, haciendo algunas bajas a las tropas soviética. Fueron disueltos oficialmente en 1943, integrándose en otras unidades árabes al servicio de la Wehrmacht. Y en noviembre de ese año reprimieron la revuelta antinazi del país griego. Y como epílogo, muchos de estos árabes participarían en la descolonización de sus respectivos países.
Lovat Scouts: Highlanders, francotiradores, camuflaje y un imperio
Esta vez tenemos que irnos a una de las últimas operaciones del Imperio Británico a gran escala. Uno de los países formadores del mundo, en la Segunda Guerra Bóer empezó a dar muestras de su agotamiento y de lo que sería su glorioso y largo declive. Digo glorioso pues considero que no se termina del todo hasta el año 1945, si bien está virtualmente roto en el 18. Pues a principios de 1900 los británicos luchaban la Segunda Guerra Bóer. Una guerra que les llevaría al extremo, pues tendrían que movilizar tropas desde Bengala…y desde Escocia.
Como bien dice el polémico historiador Niall Ferguson lo cierto es que Escocia siempre vivió muy bien del Imperio Británico. Y desde luego participaron en muchas de sus grandes empresas. En esta ocasión se enfrentaban a un enemigo muy correoso. Aunque tecnológicamente no eran nada del otro mundo, su táctica de cabalgar y disparar entre los árboles (eran los bóer unos grandísimos tiradores por su educación militar) hizo la vida imposible a los británicos. Las casacas rojas eran agujereadas con facilidad en un territorio que desconocían por completo, por unos holandeses emigrados hace siglos y que habían ganado en la anterior guerra. Algo había que hacer.
Esta unidad se creó como la primera de francotiradores británicos. Era una enorme selección de los más agudos fusileros del ejército de Su Graciosa Majestad, originarios de Escocia, y con el ciervo por insignia, dieron más importancia a la precisión que a la cadencia de fuego. Tuvieron una espectacular participación en la Guerra contra los afrikáner, y en la I Guerra Mundial en 1916 adoptaron formalmente el nombre de “snipers”, formando parte del frustrado asalto a Galípoli. Y por último lucharían heroicamente en Macedonia. En la Segunda fueron una unidad destacada en la toma de Italia por parte de los Aliados. Seguramente serían junto a la RAF la última gran aportación bélica del Imperio.
Maquis de Allier: el rey socialista que combatió a los nazis
Decía De Gaulle que Francia se había liberado sola. A juicio del que escribe eso es mucho decir, pero desde luego que se habla muy poco de la enorme resistencia francesa que hubo en el interior. Aunque es cierto que hubo muchos sectores reaccionarios como los seguidores de Laval que participaron en el Holocausto, también se organizó una llamada Resistencia Interior. Mientras el general De Gaulle preparaba en Londres la vuelta, algo había que hacer. Se forma así un movimiento donde tendrían cabida todo tipo de personas. Muy pocos serían guerrilleros puros pues el terreno no daba para eso, pero cuando caía la noche, desde anarquistas, social-demócratas, comunistas, empresarios -Peugeot o Michelin – y curas salían con armas a sabotear y matar nazis.
Y aquí entra el protagonista de esta historia, el rey carlista Javier de Borbón-Parma. Exiliado tras ver que Franco no aceptaba sus pretensiones al trono, y que para más inri, nombraba sucesora a la otra rama de los Borbones. Nunca debieron haber confiado en él cuando los requetés carlistas, que desde el XIX deseaban el trono, lucharon por el bando franquista en la Guerra Civil. Y ahora los antiguos aliados alemanes invadían el territorio donde estaba exiliado en Francia. Primero empezó a acoger a maquis y seguramente izquierdistas en su castillo de Allier. Digo seguramente porque sus posiciones comienzan a traspasar el tradicionalismo para ser de socialismo autogestionario (como el de Yugoslavia).
Con su experiencia y la de sus escasos partidarios en la Guerra Civil consiguió formar un maquis de hasta cien hombres. Golpear y huir eran sus tácticas, con objetivos de sabotaje, y con apoyo creciente en Francia. Lo cierto es que hubo gente también muy extraña en la Resistencia Francesa, como el empresario Peugeot, o los comunistas antes ilegalizados. Si le hubiesen dicho a Javier hace escasos años lo que iba a ocurrir seguramente no se lo creyese. Claro que él ya había peleado contra los alemanes en la Primera Guerra Mundial, del lado de Bélgica. Pero, en 1944 es detenido y llevado primero a Vichy, y luego a Dachau en Munich. Acusado de terrorista, comunista y agente inglés, iba a morir cuando Dachau fue liberado. Como anécdota cuando vieron el trato dado en ese campo de exterminio, los americanos mataron a cien soldados alemanes prisioneros en un ataque de rabia.
De cualquier forma es curioso porque así se produce una escisión entre carlistas, por un lado los tradicionalistas y en el otro los socialistas autogestionarios. Javier de Borbón se jugó el pescuezo sin ninguna necesidad contra antiguos compañeros de armas. Es triste que no tenga el reconocimiento que se merece. Un hombre que vivió el fin de una era y ayudó al nacimiento de otra, de la tradición al socialismo.
Guardia Amazónica de Gadafi: la tragedia y el ocaso de las guerreras
Si algo han enseñado los batallones kurdos femeninos es que los fundamentalistas musulmanes temen ser vencidos por las balas de una mujer. Y los yihadistas eran enemigos de Gadafi, aunque, no los únicos. La Guardia Amazónica (así apodada) del dictador libio es misteriosa, y parece que comenzó como un intento de mostrar al mundo que la República de Libia era emancipadora de la mujer. Sea como fuere, siempre se rumoreó que se les exigía virginidad y morir por el líder a estas 400 mujeres de élite. Expertas en artes marciales y en armas cortas, eran ideales como guardaespaldas, y tremendamente mediáticas.
La segunda condición está comprobada, pues en 1998 una integrante llamada Aixa y sus compañeras se enfrentaron a un atentado terrorista rebelde contra el líder. Ellas se pusieron en frente del mismo, y Aixa absorbió ráfagas de balas, resultando muerta. De cualquier forma, es la parte de la virginidad algo que encierra lo grave. De todos era sabida la incontinencia sexual de Gadafi, y en las últimas investigaciones se recogen sus abusos sexuales continuos, a menudo sobre menores. No sólo eso, sino que administraba viagra a sus hombres para violar (y “deshonrar) a las madres de los rebeldes. Cada vez que tenía un adversario político se intentaba acostar con su esposa o con su hija. Gadafi mandaba mediante el sexo. Y desde luego en su Guardia no iba a ser distinto. El psicólogo Srewan Seregwa de Bengasi en su informe detalla todo esto, con cuatro testimonios de violación. Eso, unido a un descubrimiento espeluznante como es que tras su picadero con jacuzzi y una enorme cama hubiese una habitación con instrumentos de gineoclogía. ¿Abortos, reconstrucción de hímen…? Parece que las palabras de Gadafi “son mis ángeles sexys” cobran un sentido más turbio.
Sin embargo estalló la Primavera Árabe, donde varias tribus, movimientos islamistas, demócratas y distintas facciones se alzaron contra él. Obligadas a formar parte de la represión como ellas mismas denunciaron, fueron pronto muy odiadas por la turba. Y cuando la OTAN intervino barriendo las milicias de Gadafi, las masas lincharon al dictador de Libia. En ese momento la Guardia Amazónica decidió huir, al menos las que no habían desertado antes. Según informaciones de primera mano una huyó con su novio, siendo identificados en el coche, y tiroteados. Ambos murieron en ese ataúd de metal. Otra intentó usar el maquillaje y el disfraz para huir, pero fue descubierta y molida a golpes. Las contusiones y traumatismos la mataron. Y la que peor suerte tuvo fue capturada y violada sistemáticamente, torturada y estrangulada. “El destino de las putas de Gadafi” fue grabado en su cuerpo. Y así acababa la tragedia de la Guardia Amazónica, con un destino similar a Libia: del engañoso orden a la represión, y finalmente el caos del final.
F.E.B. Cuando las cobras fumaron y fueron heroínas
Supongo que en todas las culturas tenemos aforismos sobre que ocurra algo improbable relacionado con animales. “Cuando los cerdos vuelen aprobaré Prehistoria» o «cuando las ranas críen pelo leeré todas las entradas de Archivos”. Sea como fuere, en Brasil circulaba un dicho: “antes fumarán las víboras que Brasil intervenga en la Guerra Mundial”. Brasil no tenía intereses geopolíticos ni ideológicos en una guerra diversa pero que no sacudió América Latina. Sin embargo una fuerza expedicionaria de voluntarios fue a sumarse a las fuerzas de Eisenhower. ¿Objetivo? Liberar Italia, país donde el águila fascista de Mussolini se tambaleaba. Socialistas, mafias, y antifascistas diversos facilitarían la entrada a las tropas.
Teniendo en cuenta el esfuerzo que debía hacer Estados Unidos en varios frentes, controlando a Japón, liberando Francia y el Benelux, y emprendiendo la carrera a Berlín. La ayuda de países latinoamericanos era inestimable, y Brasil tenía cierta tradición militar. No olvidemos que primero fue imperio antes que república, y sus tropas participaron en varias guerras internas. Así, Brasil envió a 25.000 hombres bajo el lema: “la víbora está fumando”. En cierta maniobra en el Valle del Po, hasta tres de ellos se extraviaron en una patrulla. Rodeados y superados en número, se negaron a entregar las armas y abrieron fuego sobre los alemanes. No contentos con ello, cuando se les acabó la munición rechazaron otra oferta de rendición. Y decidieron calar bayonetas y avanzar, siendo sepultados en balas de los nazis. Esto les valió un respetuoso enterramiento por el enemigo, y de paso una popular canción de Sabaton.
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BIBLIOGRAFÍA
Cox,P. (1999). Batallón de San Patricio. Ciudad de México: San Jerónimo.
Ferguson, N (2002). El Imperio Británico. De como Inglaterra: cómo Gran Bretaña formó el mundo moderno. Madrid: Debate.
Keegan, J. (1994). Six armies in Normandy. Washington: Penguin.
Montagnon, P. (2000). Les Maquis de la Liberátion. 1942-1944. París: Flammarion.
Webgrafía:
Eurasia: Legion árabe
AÑADIR ABC LEGION ÁRABE AÑADIR
http://www.eurasia1945.com/protagonistas/ejercitos/legion-arabe-dal/
http://www.abc.es/historia/abci-legion-arabes-nazis-lucho-junto-hitler-201510280129_noticia.html
http://timesofindia.indiatimes.com/world/middle-east/Sex-addict-Gaddafi-slept-with-4-5-women-daily-Aide/articleshow/10727770.cms