Rodrigo Díaz de Vivar es uno de los personajes históricos más fascinantes de la Edad Media peninsular. Desde muy pronto se erigió como una figura muy destacada; sus hazañas se hicieron famosas en la Plena Edad Media y, desde ese momento, su magnetismo no desapareció jamás. Ahora, la editorial Desperta Ferro Ediciones le dedica una monografía, El Cid: Historia y mito de un señor de la guerra, cuyo autor es uno de los mayores especialistas en la materia: David Porrinas González.
Ficha Técnica
- Título: EL CID: Historia y mito de un señor de la guerra
- Autor: David Porrinas González.
- Género: biografía sobre Rodrigo Díaz de Vivar con especial hincapié en lo relacionado con la Historia Militar
- Nº de Páginas: 432 páginas + 8 a color
- ISBN: 978-84-120798-2-1
- Año: 2019
- Cómpralo en la página oficial de Desperta Ferro Ediciones
- Introducción e índice
Lo que opinamos en Archivos de la Historia
Es evidente que la materia cidiana acumula una gran cantidad de producciones culturales. Desde películas a cómics, ensayos históricos, obras de narrativa… Sin embargo, ello no resta ni un ápice de interés a la nueva publicación de Desperta Ferro Ediciones, que sigue apostando por la Historia Militar de calidad. Aunque la monografía sea mucho más que una obra sobre los elementos militares que rodean a la vida del Cid, ese elemento tendrá un gran peso, siendo esta una de las principales novedades que aporta esta monografía.
Su autor es David Porrinas González, investigador y profesor en la Universidad de Extremadura, cuya trayectoria académica se vincula, fundamentalmente, con la Historia Militar de la plena Edad Media, siendo la materia cidiana uno de los campos sobre los que más ha trabajado, hasta el punto de ser uno de los mayores especialistas en la materia. Su tesis doctoral se inscribe en este ámbito, dirigida por el gran García Fitz, su título es: Guerra y caballería en la plena Edad Media. Condicionantes y actitudes bélicas, Castilla y León, siglos XI-XIII.
Dejando atrás esta pequeña introducción, cabe decir que la obra se estructura en ocho capítulos, de los cuales seis están relacionados con la vida de Rodrigo, el biografiado. Dichos capítulos se estructuran de forma cronológica, lo cual es bastante lógico desde el punto de vista de la naturaleza del estudio que se va a llevar a cabo.
El primer capítulo es una contextualización: El siglo XI: el siglo del Cid. El fundamento de que exista es muy evidente: no se puede entender la vida de Rodrigo sin comprender en qué mundo vivió. En este sentido, será una guía inmejorable para los lectores menos familiarizados con los siempre complicados siglos plenomedievales. La contextualización se orienta en diferentes direcciones, pero el aspecto más interesante que toca es el relativo a la evolución en las formas de combatir que se estaban poniendo en marcha en esos momentos en la Europa feudal. La aparición y difusión de la caballería pesada y de la táctica de la carga será un elemento fundamental para entender algunas de las formas de actuación de Rodrigo en el campo de batalla.
Los siguientes seis capítulos se consagran a la vida del Campeador. Desde sus orígenes e infancia hasta su muerte en Valencia. A lo largo de las páginas que componen esta parte, que es el grueso de la monografía, se relatan las andanzas de un Rodrigo Díaz de Vivar que poco tiene que ver con esa imagen de paladín cristiano que se fue forjando desde la difusión del Cantar de Mío Cid y que el nacionalismo de los siglos XIX y XX consagró.
La materia cidiana, sin embargo, tiene numerosas complicaciones derivadas de las fuentes que nos informan acerca de las hazañas de Rodrigo. Como consecuencia, hay algunos elementos de la vida del Campeador cuya veracidad siempre será dudosa. Que el lector entienda eso es fundamental, y en ese sentido hay que destacar la labor del autor que consigue transmitir la complejidad que supone llevar a cabo la biografía de alguien como el Cid; dificultad que es doble: por un lado, debido a las limitaciones de las fuentes y, por otro, por la posible manipulación de las mismas.
Otro de los aspectos a destacar de la monografía es la cuidada atención que se le presta a los elementos relacionados con la Historia Militar. Es ahí donde destacan los grandes conocimientos de su autor en lo que a esta materia se refiere. Una forma de hacer historia que se enlaza con las últimas corrientes historiográficas y que se aleja de aquella vieja historia que se venía practicando hasta, al menos, la segunda mitad del siglo XX. En cualquier caso, en cuanto al contenido, cabe destacar que El Cid, a lo largo de su vida, se vio envuelto en disputas bélicas de todo tipo: desde batallas a asedios, pasando por cabalgadas destinadas a rapiñar el suelo enemigo. Todas ellas son descritas, analizadas e interpretadas con una gran precisión, además, esos análisis se ven respaldados con frecuencia por mapas; una cartografía que supone un plus y que complementa las explicaciones expuestas por Porrinas. Desde la batalla de Cabra hasta el Cuarte, Bairén o, por supuesto, el asedio y conquista de Valencia, todos esos hechos de armas son analizados de manera pormenorizada.
Por último, el octavo capítulo se dedica a las producciones culturales en torno a la figura de Rodrigo, desde la Edad Media hasta nuestros días. Dicho capítulo resulta fundamental para entender la magnitud que la figura de Rodrigo ha tenido desde su muerte. La historia no se debe olvidar de las producciones culturales por el efecto que ello tiene en el conocimiento histórico, en este caso del Cid. De hecho, el halo mítico que existe en torno al Cid se puede explicar en buena medida en relación a esas producciones ¿Quién no conoce la Jura de Santa Gadea? O ¿Cuántos siguen viendo a Charlton Heston cuando se imaginan a Rodrigo? En ese sentido, este último capítulo es muy apropiado.
Entonces ¿Lo recomendamos?
Por lo dicho hasta ahora es bastante evidente lo que pensamos desde Archivos de la Historia. Evidentemente, sí, lo recomendamos. Su éxito en ventas está totalmente justificado. Sin ninguna duda, la obra publicada por Desperta Ferro está llamada a ser un punto de referencia para los estudios cidianos, sobre todo para aquellos orientados hacia la Historia Militar. En consecuencia, desde aquí animamos a cualquiera que esté interesado en el tema a que se acercar a la obra de David Porinas; no quedará defraudado. Pero, al margen de los incondicionales del Campeador, todo aquel interesado por el siglo XI, la Historia Militar de esa centuria o, simplemente, quiera conocer algo más de la Edad Media hispánica, encontrará en este ensayo una obra de gran interés. En resumidas cuentas: EL CID de David Porrinas es un relato completo (aunque haga hincapié en los aspectos más militares) muy dinámico en la lectura y riguroso en el fondo y la forma.