El lunes os hablábamos de la historia de Asia Menor historia en tiempos del Imperio Bizantino. Ayer realizamos un primer acercamiento de la historia de los jenízaros. Hoy continuamos nuestro monográfico con un personaje indiscutible de principios del siglo XX.

Hoy nos trasladamos a la época contemporánea y llega el turno de Mustafa Kemal Atatürk, posiblemente el estadista más célebre de Turquía en el siglo XX. Aún en la actualidad se le idolatra casi como una divinidad, debido al progreso y al avance que trajo al país. Aunque miles de jóvenes turcos todavía le tienen como un modelo a imitar, otra corriente está ganando fuerza en el país asiático: el otomanismo. Con la llegada de Erdoğan al poder, ha comenzado el culto a lo que ellos consideran como la edad dorada de su nación, los tiempos del Imperio Otomano. Pero este artículo no trata sobre eso, sino que pretende dar unas pinceladas sobre la figura del Padre de los Turcos, un pequeño repaso que nos ayudará a comprender mejor cómo hemos llegado a lo que sucedía el pasado 15 de Julio.

Esta historia comienza en Tesalónica en 1881, allí nacería en el seno de una familia de clase media-baja donde solo sobreviviría a la infancia él y su hermana Makbule. Se le presupone un origen eslavo e incluso judeoconverso, no obstante la línea entre la realidad y la ficción es muy difusa en la figura de Atatürk debido a la gran cantidad de hagiógrafos y detractores que han ido haciendo y deshaciendo a su antojo.

Sea como fuere, aquel joven turco tendría ojos azules, piel clara y pelo rubio. Había nacido como Mustafa, pero pronto recibiría otro sobrenombre, el de «Kemal» – perfecto – por su profesor de Matemáticas, que le consideraba alguien brillante ya en su juventud. Mustafa no es un nombre poco común en el imperio, razón por la que también servía para distinguirle. Cuando tiene edad suficiente ingresará en el ejército, donde se empezará a impregnar de un nacionalismo creciente y creará una sociedad secreta junto con sus compañeros.

En 1908, triunfa una revolución de tinte liberal conocida como la Revolución de los Jóvenes Turcos, en ese momento, el sultán pierde la mayoría de sus poderes y se instituye un régimen constitucional que regirá el destino del pueblo turco y desmantelará el imperio tal y como se conocía. Pese a todo, no estarán exentos de problemas ya que tendrán que hacer frente a insurrecciones liberales y reaccionarias, además, bien es conocido el Genocidio armenio de 1915-1923 al que le dedicaremos un artículo en concreto. Sea como fuere, el Comité de Unión y Progreso (como se autodenominaban los Jóvenes Turcos) empezó una lenta modernización de los mecanismos burocráticos del estado.

Por su parte, Kemal, tendrá que hacer frente a distintas guerras en el Imperio. Las ambiciones de Italia sobre las costas de la Tripolitania otomana (Cuyo epicentro es la actual Libia) será la primera de ellas. En 1911 estallaba una rebelión en Yemen que haría que la guarnición otomana del territorio se trasladase a Arabia, este momento sería aprovechado por los italianos para llevar hasta allí un ejército anfibio con unos 120.000 hombres. Tan solo 8000 turcos y 20.000 irregulares beduinos elaborarían la defensa del territorio. Los británicos, que controlaban las provincias otomanas de Egipto y Sudán, negaron el acceso de nuevas tropas, así que distintos comandantes, entre los que destaca Mustafa Kemal, tuvieron que atravesar la frontera vestidos de árabes para que les fuera permitido el paso. Allí se encargaría de mantener a los italianos a raya dándole diversas victorias menores al Imperio, como es el caso de la Batalla de Tobruk. También sería herido en uno de sus ojos, perdiendo algo de capacidad de visión. Pese a los esfuerzos de los comandantes otomanos, la capacidad italiana rebasó a la decadente potencia terminando la contienda el 18 de octubre de 1912. Los italianos conseguirían anexionarse una serie de islas cercanas a Asia Menor, Cirenaica, Tripolitania y Fezán.

Diez días antes estallaba la primera guerra de los Balcanes, donde tendría una actuación menor tomando parte en algunos desembarcos hasta la derrota imperial el 30 de mayo de 1913. Después estallaría la segunda guerra de los Balcanes contra Bulgaria a la que derrotarían contando con aliados como Grecia, Montenegro, Rumanía y Serbia. Terminado este conflicto el 10 de agosto de 1913, sería ascendido a Teniente-Coronel el año siguiente.

En 1914 estalla la Gran Guerra con el asesinato del archiduque Francisco Fernando del imperio Austrohúngaro en Sarajevo. El Imperio Otomano, conocido desde hace décadas como el hombre enfermo de Europa, se alía con las potencias centrales debido a las rencillas territoriales que sostenía con Francia, Reino Unido y Rusia. Estas potencias parecían tener gran interés en las provincias periféricas del imperio, temores totalmente fundados y que al terminar la guerra se demostrarían como reales. Por su parte, ellos querían recuperar los Balcanes, Tesalónica o Tracia entre otros territorios perdidos, en resumen, querían volver a retomar zonas que anteriormente les pertenecieron. Por esta razón, el sultán llamó a la yihad, pero prácticamente nadie respondió a ella.

Su planteamiento fue meramente defensivo, aunque se dedicaron al bombardeo de puertos  rusos y alguna ofensiva, las tropas zaristas rechazaron prácticamente todos hasta su salida de la guerra. La mayor victoria se produciría en Galípoli, y sería en ella en la que participaría nuestro protagonista.

Ataturk en gallipoli
Mustafa Kemal en Galípoli, se trata del más adelantado con el uniforme claro.

El 18 de marzo de 1915 comenzó el primer intento por parte de fuerzas francesas y británicas – destacando fuerzas del ANZAC: neozelandeses y australianos – pero no pudieron llegar a la costa porque el mar se encontraba minado. El 18 de abril volvería a repetirse, fracasando de nuevo al igual que el 18 de marzo, donde las fuerzas otomanas se encontraban totalmente preparadas para el ataque.

Apoyados por expertos alemanes, las fuerzas turcas mantenían a raya al combinado aliado de 30.000 hombres que se encontraba en los Dardanelos. El mayor error de Francia y Gran Bretaña había sido no contar con el factor del terreno, pues eran zonas muy escarpadas de fácil defensa. Si el otro día os hablábamos de como Churchill había participado en Omdurman, esta vez también tenía bastante protagonismo, teniendo bastantes disensiones con Horatio Kitchener, militar irlandés y uno de los comandantes de la batalla.

Una forma amena de acercarse a este enfrentamiento es desde el punto de vista de dos soldados de las fuerzas del ANZAC (interpretados por Mel Gibson y Mark Lee) en el film «Galípoli» de Peter Weir (Master & Commander, el Show de Truman…). Además, la televisión australiana emitió la miniserie «Gallipoli» en recuerdo al 100 aniversario de la participación de sus soldados en la batalla.

Sea como fuere, 250.000 soldados otomanos se enfrentaron a cerca de 300.000 miembros de la Triple Entente en este territorio, y Mustafa Kemal tuvo un papel preponderante en él. ¿Qué hizo exactamente? Se encargaba de la decimonovena división en el quinto ejército – donde había comenzado su carrera militar -. Allí se anticipó rápidamente a una ofensiva aliada evitando que les desbordaran, aguantó la posición hasta que los enemigos se habían retirado, razón por la que ganaría tal prestigio que se le encargaría formar un nuevo ejército, cosa que rechazó.

Después, sería enviado a la campaña del Cáucaso donde una enorme ofensiva rusa había tomado distintas ciudades de Anatolia. Mustafa, al cargo del decimosexto cuerpo del segundo ejército se encargaría de llevar a cabo una contraofensiva que tendría mucho éxito.

Más tarde, en el verano de 1917 pasaría al séptimo ejército al servicio de un comandante alemán. Allí, Mustafa pidió que se destituyera a los comandantes alemanes y se utilizaran generales turcos, pero fue rechazado. De todas formas, la balanza ya se había decantado por la entente que estaba derrotando a los estados centrales. Su biógrafo, John Patrick Douglas, afirma que Atatürk sería el único general otomano que no sufriría ninguna derrota en la 1ª Guerra Mundial.

Cuando regresase a Estambul, se encontraría la ciudad ocupada por los poderes europeos que iban a desmembrar el Imperio Otomano a su antojo. Comenzaba así la guerra de Independencia Turca.

VATAN TOPRAGININ "COCUK KAHRAMANLARI" BU KARELERDE

El armisticio de Mudros (30 de octubre de 1918) sellaba el final de la Gran Guerra en oriente, mediante este tratado, el Bósforo y los Dardanelos se convertían en una zona de ocupación de los aliados, además también podían controlar cualquier territorio si sucedía alguna amenazante situación. En noviembre una brigada francesa comenzaba la ocupación de Constantinopla (Estambul) y su zona metropolitana. Después, una flota de un conglomerado de estados aliados desembarcaría una fuerza de soldados aún mayor. La Tracia Oriental (la zona europea de Turquía) también sería ocupada por tropas franco-griegas.

En la conferencia de paz de París, Grecia intentaría quedarse con buena parte del Imperio sustentando una antigua idea nacionalista de unificar todos los territorios con población griega. Esto incluía toda la costa de Asia menor e incluso se especuló con la idea de colocar la capital en Constantinopla. Italia por su parte se quedaría con el sur de Anatolia y Francia se comprometía en crear un estado para el pueblo armenio en el Mediterráneo por su apoyo durante la guerra.

Mustafa Kemal había sido nombrado inspector militar de Anatolia oriental, allí tenía un doble objetivo: acabar con la ocupación y a la vez con el Imperio Otomano. Para ello se reunió con las distintas facciones opositoras y las unió bajo su bandera, por otra parte, el imperio le destituyó en su labor de supervisor y mandaron que fuera arrestado. Sin embargo, los generales que debían hacerlo se unieron a él. Así ganaba fuerzas el movimiento nacionalista turco y Atatürk se iba configurando como el líder de esta oposición creciente. Su misión iba a ser eliminar a las autoridades de las minorías enemigas, es decir, los kurdos – a los que eliminó fácilmente – y después a los armenios.

De combatir a estos últimos se encargaría Kazim Karabekir, cuyas tropas habían sido enviadas a detener al propio Atatürk, ahora estarían encargadas de vencer al nuevo estado. Entre septiembre y diciembre de 1920 vencería a los armenios y les arrebataría cerca del 50% de su territorio y obligarían al desarme de buena parte de su ejército, recibió el nombre de Paz de Gümrü. La República Democrática de Armenia no sobreviviría más de un año, cuando la URSS se anexionase los territorios restantes.

Mientras, Ankara se había convertido en la capital de la nueva Turquía. El país se encontraba fragmentado en dos poderes, el del sultán Mehmed VI y el del propio Mustafa, que sería elegido presidente por los parlamentarios que habían huido de Constantinopla cuando se habían disuelto las cortes. Mehmed dependía totalmente de los estados aliados, y trató de condenar a muerte al estadista turco, pero nadie obedeció. En octubre de 1921, franceses e italianos se retiraban de Anatolia y reconocían el gobierno de Ankara tras algunos enfrentamientos menores.

Las victorias sobre las distintas potencias no habrían sido posibles sin una figura muy importante, la de Ismet Inönü que se encargó de convertir a una banda de indisciplinados y desmoralizados maleantes en un ejército férreo y duro.

Con el sultán prácticamente inoperativo y un ejército puesto a punto solo restaba un enemigo al que hacer frente: el ejército griego en lo que se conoce como la guerra Greco-Turca (1919-1922). Este ejército en teoría era mayor en número y tenía mejor armamento, sin embargo, habían perdido el apoyo de las potencias europeas con la vuelta del rey Constantino. Aprovechando esto, los ejércitos turcos se enfrentaron a los griegos en varias decisivas confrontaciones.

Éstas fueron las batallas de Inönü, razón por la que Ismet recibe ese sobrenombre. Allí vencería a las tropas griegas que pedirían urgentemente refuerzos y avanzarían hacia Eskişehir donde tomarían la ciudad y se alzarían con una costosa victoria. En un buen movimiento estratégico, Inönu y Mustafa decidieron retirarse y preparar una defensa en la ribera del río Sakarya. Allí infligirían al ejército griego una herida mortal, ya que, aunque los turcos perdieran más tropas, los helenos tendrían que retirarse a Smirna por el alto número de bajas.

Animados por esta inesperada victoria, se llevaría a cabo una enorme contraofensiva que se catalizaría en otra victoria turca en Dumlupinar, haciendo que la balanza se decantara para el lado turco. Tiempo después, Grecia se vería obligada a capitular y tendría que despedirse para siempre de sus pretensiones de crear de nuevo un imperio heleno que ocupase las costas de Asia Menor.

El 1 de noviembre de 1922 se abolía el sultanato y con ello desaparecía totalmente el Imperio Otomano. Con las paces de Lausana de 1923, el estado turco se consolidaba y se daba paso a una época de paz en la que Mustafa Kemal seguiría siendo una figura capital. Con el peligro exterior vencido, ahora llegaba el momento de conjurar los peligros interiores pues los seguidores de Atatürk eran muy heterogéneos, integristas, militares, ultranacionalistas… A todo esto tendría que hacer frente apoyado por su mano derecha, Ismet Inönü.

No obstante, es algo que veremos en la siguiente entrega: del periodo de Entreguerras a la muerte del estadista. Mientras tanto, si os ha interesado el tema podéis ver un documental sobre él en español: «Mustafá Kemal Ataturk, el nacimiento de una república».

Sakarya-Meydan-Muharebesi

3 COMENTARIOS

  1. Sólo pensar que con el ejército que tenía, casi de seres desnudos,
    venció a los dos ejércitos más poderosos del mundo, da cuenta de su inteligencia y valor. No es una gloria solo de Turquía sino de toda la humanidad. Antonio Carlos Regadío.

  2. Gran publicación! Me encanta la manera de narrar, la variedad informativa y la breve pero enriquecida exposición de la biografía de Kemal Atatürk. Sin duda una gran aportación para empezar a desarrollar mi estudio sobre el estadista turco. Como añadido diría que la información sobre su compañero y sucesor (además de menos conocido) Ismet Inönü es de agradecer y mucho.

  3. Sobre Atätürk hay que decir que no en vano se le llma en su patria «el jefe eterno».
    Como militar y político es incomparable.
    Hoy se lo acusa de dictador.
    ¿ Lenín no lo era?.
    El general Harington, su vencido, ha dicho que no conoció ser de tamaña personalidad.
    Hizo de un despojo sangriento, un océano de lágrimas, una Nación.
    Con mayúsculas.

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí

Información básica sobre protección de datos Ver más

  • Responsable: Esteban García Marcos.
  • Finalidad:  Moderar los comentarios.
  • Legitimación:  Por consentimiento del interesado.
  • Destinatarios y encargados de tratamiento:  No se ceden o comunican datos a terceros para prestar este servicio. El Titular ha contratado los servicios de alojamiento web a Raiola Networks que actúa como encargado de tratamiento.
  • Derechos: Acceder, rectificar y suprimir los datos.
  • Información Adicional: Puede consultar la información detallada en la Política de Privacidad.

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.