Visión general
El 28 de julio de 1914, comienza la 1ª Guerra Mundial, las potencias europeas movilizan a sus ejércitos y comienzan los movimientos de tropas hacia los frentes de batalla. Antes del conflicto, los estados mayores de cada de país planearon estrategias para asumir una posible guerra y conseguir la victoria lo antes posible. Así pues, los alemanes confiaban en su famoso «Plan Schlieffen» que consistía en invadir Francia pasando por Bélgica y ganar la guerra en el oeste en 40 días. Los franceses se aferraban a su «Plan XVII» que consistía en un ataque por el ala izquierda y centro alemana reconquistando Alsacia y Lorea.
Británicos y rusos también tuvieron sus propios planes, los primeros confiaban en ayudar a sus aliados franceses con 6 divisiones que serían desembarcadas en Francia en la primera quincena de agosto, los rusos planearon un gran ataque y definitivo contra Berlín. El 7 de agosto comenzaron las primeras batallas entre los aliados y los alemanes, estas batallas han sido recogidas en lo que se ha llamado la Batalla de las Fronteras de 1914.
Puesta en marcha de los planes
Cuando se pusieron en marcha los planes preparados todos tuvieron problemas y finalmente todos fracasaron, es verdad que unos antes que otros. Los alemanes consiguieron invadir y tomar Bélgica después de duros combates y llegaron a la frontera francesa a comienzos de agosto. Los británicos finalmente solo desplegaron 4 divisiones en Francia y los rusos no pudieron movilizarse tan rápido como quisieron y hasta finales de mes no presentaron batalla en Tannenberg. Los franceses también fracasaron, ya que el «Plan XVII» resultó no ser efectivo, aunque es cierto que se recuperaron zonas de Alsacia y Lorena, se perdieron al poco tiempo.
Los cuerpos de ejército franceses se lanzaron a la ofensiva una y otra vez a lo largo de toda la frontera con Alemania y cerca de Bélgica, en las Ardenas. Estas ofensivas eran lanzadas debido a la filosofía que se había inculcado en las academias militares, de que la ofensiva debía ser el símbolo del ejército, es por ello que al comienzo de la guerra, los franceses no cavaban trincheras ni se protegían, solamente esperaban al enemigo para entablar combate.
Los franceses fracasaron estrepitosamente y tuvieron que retirarse, dejando que los alemanes comenzaran a invadir Francia por varios puntos. En la zona de Verdún, los ejércitos franceses quedaron en tablas con los alemanes y consiguieron mantener el frente.
Las batallas de las fronteras
Estas batallas fueron debidas al choque de la ofensiva alemana contra la ofensiva francesa, principalmente fueron la Batalla de Lorena (14 de agosto), Batalla de las Ardenas (21 de agosto), Batalla Charleroi (21 de agosto) y finalmente la Batalla de Mons (23 de agosto). Uno de los hechos importantes a mediados de agosto fue la aparición por fin de los británicos en suelo francés. Las batallas antes señaladas acabaron en derrotas francesas, aunque las bajas fueron altas en todos los ejércitos. La excepción de todas estas batallas fue sin duda Mons. En este sector, en donde se había desplegado al BEF (Cuerpo Expedicionario Británico), se logró derrotar a los alemanes. Los alemanes comenzaron a lanzar oleada tras oleada, mientras los británicos los derribaban con fuego preciso de fusilería. A pesar de todo, tras la lucha, los británicos se retiraron de la zona para no ser rodeados y envueltos.
Después de las primeras batallas
Tras las batallas de las fronteras, el avance alemán prosiguió como se esperaba, aunque estaba destinado a fracasar debido al agotamiento de las tropas, las bajas y la falta de efectivos en el momento decisivo. En septiembre, el avance germano había llegado muy cerca de París, incluso unas unidades de caballería se fotografiaron en un cartel en el que se podía leer «París, 35 km». En el momento decisivo, el general Von Kluck giró desprotegiendo su flanco. Las tropas francesas lanzaron entonces una ofensiva que acabó en la 1ª Batalla de Marne, que logró detener finalmente la ofensiva alemana y hacer retroceder al 1º y 2º ejércitos.
En esta fecha, muchos estadistas y militares manifestaron sus dudas sobre la guerra rápida que les habían prometido los altos cargos y grados del ejército.
Las bajas
Las bajas en los ejércitos participantes de estas primeras ofensivas del frente oeste en 1914 fueron altas. No se puede contabilizar las bajas batalla por batalla, ya que al comienzo de la guerra hubo mucha confusión, aún así el balance de 1914 nos deja un saldo de (solo se contabilizan los muertos): 350.000 franceses, 250.000 alemanes, 15.000 belgas y 20.000 ingleses (y faltan rusos, austriacos, turcos, japoneses).
La batalla del Marne (5-13 de septiembre) dejó estas cifras: del lado francés, 21.000 muertos, 122.000 heridos, 84.000 desaparecidos; del lado inglés, 3.000 muertos, 30.000 heridos y 4.000 desaparecidos y por la parte alemana, 43.000 muertos, 173.000 heridos y 40.000 desaparecidos. Estas bajas serán el anticipo de lo que producirá este conflicto en los cuatro largos años hasta que finalice en noviembre de 1918.