Introducción
A lo largo de los tres artículos posteriores a este hemos visto el desarrollo del conflicto que se originó en las colonias españolas de Ifni y Sáhara entre noviembre de 1957 hasta abril de 1958 con los acuerdos entre Marruecos y España. En este nuevo artículo veremos el material ligero (fusiles, pistolas, subfusiles) y pesado (morteros y ametralladoras) utilizado en la campaña, algo que teníamos pendiente y que solo hemos esbozando en las anteriores entradas.
Sin duda, el tema del material utilizado en esta guerra es uno de los hechos más polémicos de la misma. A principios de la misma muchas unidades estaban equipadas con material obsoleto proveniente de la Guerra Civil Española (1936-1939). En ese artículo además analizaremos las características de este material.
Fusiles, el mejor amigo del soldado
El fusil ha sido desde el s.XVIII el mejor amigo del soldado durante una batalla y ha tenido muchos cambios desde entonces. En 1957 en gran parte de los ejércitos de todo el mundo se seguían utilizando el fusil accionado por cerrojo. Es cierto que este tipo de fusil ya se estaba quedando obsoletos a pasos agigantados pero algunos aún sobrevivían al paso del tiempo en países satélites de EE.UU o la URSS, como el Springfield M1903A3 norteamericano, el Mosin-Nagant M1891/30 soviético o el Mauser alemán. Estos rifles los usaban ya mayoritariamente tropas se segunda fila o de reserva. El fusil de cerrojo dejó paso a finales de 1940 al fusil semiautomático y luego al fusil de batalla (pre-fusil de asalto).
En España, tras la guerra civil y sobre todo tras la derrotada de las potencias del Eje quedó aislada internacionalmente algo que la sumió en una grave crisis económica que por supuesto afectó al ejército y a su calidad. A pesar de todo, la dictadura del general Francisco Franco intentó paliar la situación y aunque no hubo muchas ideas originales si que adaptó y produjo muchas armas copiando o comprando las patentes a los países correspondientes. Cuando comenzó la guerra en las colonias España tenía dos fusiles: Mosquetón Mauser «Oviedo» M1916 y el Mosquetón Coruña M1943.
Mosquetón Mauser «Oviedo» M1916
El mosquetón Oviedo llegó al ejército español en 1916 justo cuando España aún estaba inmersa en la dura Guerra del Rif (1909-1927). Este fusil reemplazó al famoso M93 que había equipado al ejército desde la Guerra de Cuba de 1898 y era más largo. A pesar de todo ambos fusiles se siguieron utilizando indistintamente hasta la década de 1930. Finalmente quedó como fusil reglamentario.
En 1957, el mosquetón Oviedo había desaparecido casi por completo de las unidades peninsulares, pero en las colonias que aún mantenía España en África y Guinea Ecuatorial era normal verlo en los pelotones de fusileros. El régimen de Franco antes del conflicto había dejado a las unidades del ejército de las colonias muy desatendidas, por ello cuando comenzaron los primeros movimientos se dieron prisa en entregar el nuevo material, que llegó no obstante con cuenta gotas.
Características
Longitud: 1.050 mm
Calibre: 7 x 57 mm
Cargador: interno fijo con capacidad para 5 cartuchos.
Peso: 3.75 kg
Mosquetón Mauser «Coruña» M1943 y M1944
Tras la Guerra Civil Española (1936-1939) mucho material que habían importado los republicanos se reutilizó hasta bien entrada la década de 1950. Ejemplo más famoso de ello es que la Guardia Civil estuvo equipada con fusiles soviéticos Mosin-Nagant 1891 y 1930 por falta de material nacional. Uno de los fusiles que llamó la atención del régimen fue el Vz-24 checoslovaco que el gobierno republicano había comprado en una cantidad de 50.000 unidades.
Este rifle fue el elegido para sustituir al M1916. Se realizaron algunos cambios mínimos y se comenzó a fabricar en la fábrica de la Coruña por eso recibió el nombre de «mosquetón Coruña». En 1944 se realizó una nueva versión para el Ejército del Aire que se diferenciaba del M43 en los correajes y en un mejor acabado. Los paracaidistas españoles en Ifni-Sáhara utilizaron este modelo de arma. Su vida útil se alargó excesivamente llegando hasta la década de 1960.
Características
Longitud: 1.050 mm.
Calibre: 7,92 x 57 mm.
Cargador: interno fijo con capacidad para 5 cartuchos.
Peso: 3.80 kg
Subfusiles y metralletas, un arma clave
El subfusil es un tipo de arma que apareció en escena a finales de la Primera Guerra Mundial (1914-1918). Su invención fue toda una revolución pues supuso que a partir de ahora los pelotones de fusileros tendrían en sus manos armas automáticas que pesaban poco y podían dispararse desde el hombro. Aunque el comienzo del subfusil no fue muy grandioso, ya que hubo ejércitos que lo rechazaron, durante la década de 1930 y en la Guerra Civil Española quedó claro que era un arma en el que había que invertir y ello se vio en la gran variedad de modelos que hubo hasta el final de la Segunda Guerra Mundial.
En España durante el conflicto fratricida se utilizaron una gran lista de subfusiles, pero de todos ellos quedaron dos, el MP-28/II de origen alemán y el Erma EMP 35 también de origen alemán. El primer modelo terminó sus días en las colonias, pero del segundo modelo surgió el famoso subfusil «Coruña» M1941 y sus variantes. Además de estos dos modelos, a finales de la década de 1940 en España apareció el magnifico modelo Star Z-45, subfusil basado en el MP-40 alemán pero mejorado por la industria española. Eran armas muy valiosas para los soldados, puesto que debido al bloqueo internacional fueron escasas y en el conflicto de Ifni-Sáhara esto fue un lastre debido a la falta de fuego automático.
Subfusil MP-28/II «Naranjero»
El subfusil MP-28/II llegó a España en tiempos de la II República y fue copiado de una manera excelente. Cuando empezó la guerra civil se comenzó a fabricar en los talleres del Levante por lo que adoptó el mote de «naranjero» por la producción de naranjas que existía en dicho territorio. A partir de este momento el soldado español llamará «naranjero» a todo subfusil con orificios en el cañón para la refrigeración, extendiéndose el mote al Coruña M1941 e incluso a los soviético PPsh-41. Esto hace replantearse a algunos ¿Qué narices tiene que ver las naranjas con un arma que se fabrica cerca de Siberia? simplemente motes españoles.
Era un arma robusta y eficaz pero poco fiable si se manipulaba incorrectamente, pues no tenía seguro y un golpe seco podía hacer que se disparase. En España nunca fue reglamentario pero el régimen lo fabricó hasta que llegaron los nuevos modelos. En la Península Desapareció en la década de 1950 pero en las colonias se mantuvo hasta casi los años 60. En Ifni-Sáhara fue corriente verlo de mano de los policías indígenas de Ifni.
Características
Longitud: 832 mm
Calibre: 9 x 23 mm «Largo»
Cargador: extraibles 20, 30 y 50 cartuchos
Peso: 4.0 kg
Cadencia de tiro: 550 – 600 disparos por minuto
Subfusil ametrallador modelo «C» o «Coruña» M1941.
El subfusil «Coruña» M1941 y sucesivas variantes fueron muy comunes en España hasta la década de 1970, sobre todo en cuerpos de seguridad como la Guardia Civil. Este subfusil estaba basado en el Erma EMP 35 alemán que habían importado los republicanos de Polonia durante la guerra civil. Era un arma robusta y fiable, aunque carecía de seguro como el MP-28, pero tenía una apertura donde el cerrojo quedaba bloqueado y a no ser que se de diera un golpe bastante fuerte no solía haber problemas.
El «Coruña» M1941 se adoptó como subfusil reglamentario y se fabricó en territorio por el cual lleva su nombre. El único cambio que se realizó frente al modelo alemán original fue el de introducir sendos mecanismos de seguridad. El más común de estos dispositivos era el bajar un seguro que estaba debajo del guardamano y por el cual el arma quedaba absolutamente bloqueada. En Ifni-Sáhara fue muy usado por todas las unidades del ejército excepto por legionarios y paracaidistas. Era común verlo en unidades provenientes de la Península como el cuerpo expedicionario Pavía o el batallón Soria nº9.
Características
Longitud: 892 mm. Destaca la empuñadura vertical del guardamanos.
Calibre: 9 x 23 mm «largo»
Cargador: extraíble recto de 10 o 32 cartuchos.
Peso: 4.1 kg
Cadencia de tiro: 500 – 600 disparos por minuto.
Subfusil Star Z-45 «Metralleta»
El subfusil Z-45 apareció en España a finales de la década de 1940. El Z-45 dio al ejército español un subfusil moderno, seguro, fiable y robusto, lo mejor de lo mejor por aquel entonces. Este arma nació de mejorar el subfusil alemán de la Segunda Guerra Mundial MP-40. Se le añadió una camisa perforada en el cañón para la refrigeración, una bocacha apagallamas y se le dejó intacta la famosa culata plegable del modelo alemán, aunque se fabricaron versiones con culata de madera para los cuerpos de seguridad.
Su bautismo de fuego en combate fue esta campaña en el desierto donde destacó por su resistencia. Fue usado normalmente por los legionarios y los paracaidistas que eran considerados tropas de élite y siempre disponían de mejor material, aunque algunas unidades del ejército a parte de estas también tuvieron algunos Z-45. A pesar de todo, la escasez de este tipo de subfusil supuso un problema que no se solucionó hasta la década de 1960.
Características
Longitud: 700 mm.
Calibre: 9 x 23 mm «largo».
Cargador: extraíble recto de 10 o 30 cartuchos.
Peso: 3.5 kg.
Cadencia de tiro: 550 – 600 disparos por minuto.
Ametralladoras y fusiles ametralladores, armas de apoyo
Desde el año 1904 y en plena guerra entre Rusia y Japón los ejércitos comenzaron a incrementar su número de armas de apoyo para el avance de la infantería y caballería en los campos de batalla. Este apoyo se basó en las ametralladoras primero y luego en los fusiles ametralladores. La ametralladora había dado ya «coletazos» de éxito en las guerras coloniales de finales del s.XIX y principios del XX, pero no será hasta la Gran Guerra cuando llegará su autentico auge. A partir de este momento la variedad en estos dos tipos de armas será muy numeroso.
Ambas armas están emparentadas pero hay que diferenciar y matizar. La ametralladora en la época era más pesada y podía hacer fuego interrumpido si la dotación estaba entrenada en la materia. El fusil ametrallador (es un término que ha desaparecido, pues estas armas se volvieron obsoletas llegado el momento) en cambio era un fusil automático, y utilizaba cargadores de 20 o 30 cartuchos normalmente. Las ametralladoras que España tenía por aquel entonces eran principalmente dos: Hotchkiss M1914 y Alfa M1944. En cuanto a fusiles ametralladores tenemos el «Oviedo» FAO M1951.
Ametralladora Hotchkiss M1914, la clásica
La ametralladora Hotchkiss M1914 apareció en escena en las primeras fases de la Primera Guerra Mundial y equipó primeramente al ejército francés hasta después de la Segunda Guerra Mundial. Era un arma pesada pero robusta y fiable que funcionaba muy bien. El ejército español la adoptó y la hizo reglamentaria siendo la ametralladora más abundante en España cuando se inició la guerra civil. A partir de aquí comenzó a estar obsoleta pero debido al problema internacional en el que se encontró España en 1945 no pudo darla de baja. Su uso se mantuvo hasta casi la década de 1960 cuando aparecieron en el país las primeras MG-42/59 de origen alemán.
En Ifni-Sáhara era un arma reglamentaria en las unidades de tiradores de Ifni y sirvió para defender puestos y posiciones clave durante las operaciones. A pesar de estar ya obsoleta en una fecha tan tardía como 1957, aún era útil, pues Francia incluso la usará en Indochina y Argelia en posiciones fijas.
Características
Longitud: 1.390 mm.
Calibre: 7 x 54 mm Mauser.
Cargador: peine de 24 cartuchos o cinta articulada de 250.
Peso: 23,5 kg sin trípode.
Cadencia de tiro: 600 disparos por minuto.
Ametralladora Alfa M1944, un híbrido
A pesar de las dificultades del gobierno español para innovar en temas armamentísticos se intentaron producir armas que mezclaban componentes de diferentes modelos, el ejemplo clásico fue la ametralladora Alfa M1944. Esta ametralladora entró en servicio a finales de la década de los 40 y era un arma que se basaba en la ametralladora Hotchkiss y la ametralladora checoslovaca ZB vz. 37. Su uso se extendió hasta la década de 1960 y su producción se centró en las fábricas de Oviedo.
En Ifni-Sáhara sustituyó a las antiguas Hotchkiss M1914 y llegó de la mano de las tropas peninsulares que llegaron antes y durante el conflicto. Sin duda era mejor arma que su antecesora. Al ser una ametralladora pesada se utilizó en la defensa de posiciones y puestos importantes.
Características
Longitud: 1.450 mm.
Calibre: 7,92 x 57 mm Mauser.
Cargador: tambor de 100 cartuchos o cinta metálica de 100 cartuchos.
Peso: 13 kg sin trípode.
Cadencia de tiro: 780 disparos por minuto.
Fusil ametrallador Oviedo FAO, «Pepito»
El concepto de «fusil ametrallador» se ha perdido en la terminología militar actual. Este tipo de arma estaba diseñada para dar fuego de apoyo a los pelotones de fusileros pues eran armas automáticas que utilizaban un calibre de rifle, por lo cual eran bastante potentes. Los fusiles ametralladores dejaron paso a la ametralladora ligera que utilizaba cintas de cientos de cartuchos y podían dar durante más tiempo fuego de cobertura, pues los fusiles ametralladores utilizaban cargadores de 20 o 30 cartuchos. Algunas armas famosas de este tipo son el BAR estadounidense, el Bren británico o la Breda M30 italiana.
El fusil ametrallador FAO era una copia española del fusil ametrallador checoslovaco ZB vz. 26 que fue usado en el periodo Entreguerras y la Segunda Guerra Mundial. La España de Franco compró un lote de este arma pero debido al conflicto que se desarrollaba en Europa solo pudieron entregarse 100 unidades. A partir de aquí el régimen comenzó su propia fabricación añadiéndole algunos complementos como la bocacha apagallamas más corta y mejora del embolo de recogida de gases. La producción llegó a las 10.508 unidades en 1958, cuando cesó la fabricación.
Estas magníficas armas (de lo mejor en el arsenal español) fueron entregadas a las unidades de tiradores de Ifni, legionarios y paracaidistas. Fue un arma muy apreciada por el soldado y estuvo en servicio en España hasta mediados de 1960, cuando el fusil de batalla CETME estaba en cantidades considerables.
Características
Longitud: 1.168 mm.
Calibre: 7,92 x 57 mm Mauser.
Cargador: extraíble recto de 20 cartuchos.
Peso: 9 kg.
Cadencia de tiro: 600 disparos por minuto.
Pistolas, arma secundaria del soldado
Las pistolas llegaron a la escena a finales del s.XIX y pronto se convirtieron junto a los revólveres en un arma a corto alcance básica y además barata de producir. Al principio solo los suboficiales y oficiales llevaban esta clase de armas, pero a mediados del s.XX lo normal es que cada soldado tuviera su propia pistola. En España esto se intentó pero una vez más (y siento repetirme) las limitaciones del régimen eran obvias. A pesar de todo eso no tenía nada que ver con la calidad de estas armas, España a lo largo del s.XX había sido una gran maestra armera en pistolas, que incluso llegaron a venderse en EE.UU y Alemania debido a la excelencia de su fabricación, y es que el acero de Trubia es el acero de Trubia.
En el conflicto de Ifni-Sáhara se utilizaron dos modelos: Astra 400 «Puro» M1921 y Star «Super» M1945. La primera era un diseño totalmente original y propio de la armería vasca, mientras que la segunda se basaba en la legendaria Colt M1911 estadounidense.
Pistola Astra 400 M1921 «Puro»
Si estudiamos la historia de las armas cortas españolas sin duda la pistola Astra 400 de 1921 apodada «puro» por la forma del cañón es de las más famosas. Como hemos dicho anteriormente, la calidad de las pistolas españolas era óptima y eso hizo que algunos modelos se mantuvieran mucho tiempo en servicio, como en este caso que llegó hasta la década de 1980 según testimonios de personas que hicieron la famosa «mili».
Al finalizar la guerra civil el nuevo gobierno adoptó esta pistola como reglamentaria para el ejército en todas sus ramas, por lo que la producción continuó como hasta antes del conflicto. En 1957 aún seguía siendo un buen arma, pero en el mercado internacional estaban apareciendo nuevos modelos menos pesados y más baratos, por lo que poco a poco se quedó obsoleta. Era un arma robusta y fiable que tenía gran poder de detención gracias a su calibre. La variante 600 de esta pistola se vendió en la década de 1940 a la Alemania Nazi de Adolf Hitler en unos cuantos lotes.
Características
Longitud: 375 mm.
Calibre: 9 x 23 mm «Largo».
Cargador: extraíble recto de 8 cartuchos.
Peso: 1,1 kg.
Pistola Star Super, la española Colt M1911
La pistola Star S Super ha sido un arma que ha marcado una época en la España de la segunda mitad del siglo XX. Esta pistola se basaba en la famosa pistola estadounidense Colt M1911 que seguía en activo en numerosos ejércitos a lo largo y ancho de todo el mundo. La pistola «Super Star» no fue la única copia española de la famosa pistola norteamericana, ya que en la década de 1920, la misma casa armera produjo la Star M1920 que dejó de utilizarse tras el final de la guerra civil.
Esta pistola fue adoptada en 1945 para sustituir a las viejas Astra 400, sustitución que se realizó gradualmente. Era un arma potente y con gran poder de detención gracias a su calibre. Esta famosa pistola fue dada de baja en la década de 1990 e incluso a comienzos del siglo XXI algunas unidades de seguridad estaban equipadas con ellas debido a que no había llegado el nuevo material y a que eran armas muy fiables que el soldado apreciaba. En Ifni-Sáhara, la Star S Super estuvo en las manos de legionarios, paracaidistas y tropas peninsulares.
Características
Longitud: 346 mm.
Calibre: 9 x 23 mm «Largo».
Cargador: extraíble recto de 8 cartuchos.
Peso: 1 kg.
Granadas, morteros, lanzacohetes y artillería
Todo el tipo de armas nombrado tienen una cosa en común que son proyectiles con carga explosiva, ya sea para abatir edificios y posiciones o a la infantería enemiga.
Granadas Breda 35 y PO-1 y 2, viejas amigas
Las granadas tal y como las conocemos hoy día surgieron a comienzos de la Primera Guerra Mundial, cuando se necesitó de un pequeño explosivo portátil con el que acompañar el avance de la infantería. Suelen ser de numerosas maneras, cilíndricas y esféricas son las formas más comunes. España durante la «Guerra Chica». La Breda 1935 era de origen italiano y se había importado masivamente debido a la Guerra Civil Española, tenía fama de ser poco potente aunque hay quienes dicen que era una granada como otra cualquiera, destacaba su color rojizo. La PO-1 y 2 eran más modernas y reglamentarias en el ejército español de la década de 1950. Como otras granadas españolas tenían fama de ser poco fiables, aunque años más tarde fueron mejoradas en diferentes variantes y estuvieron en servicio bastante tiempo.
Morteros Valero de 50 mm y 81 mm, viejos amigos
El mortero ligero Valero modelo 1942 de 50 mm sustituyó al modelo 1932 en las compañías de infantería en la posguerra. Era un arma curiosa, pues era una variante entre el Valero clásico y el Brixia modelo 35 italiano del que tomaba el montaje, que permitía tanto el tiro curvo (típico del mortero), como el tiro tenso, como los cañones de infantería. Gracias al tiro tenso podía emplearse contra vehículos blindados usando una granada de carga hueca capaz de perforar 50 mm. Aunque el tubo podía separarse facilmente del resto del mortero, también podía plegarse manteniéndolo ensamblado para el transporte.
En 1933, los modelos de 60 mm fueron sustituidos por un nuevo diseño, el ‘mortero de acompañamiento de infantería Valero modelo 1933 de 81 mm. Éste era una variante de los clásicos morteros Stokes-Brandt usados por casi todos los países, aunque con un montaje un tanto complejo. Su mayor calibre le confería un poder destructivo mucho mayor. El Valero mod. 33 de 81 mm, era algo mas convencional; para el transporte se dividía en tres partes, pero también tenía algún rasgo particular: ademas del habitual goniómetro estaba provisto de un llamado regulador de puntería para mantener siempre el plano de tiro paralelo al eje del arma, ademas de la granada rompedora normal se fabrico para el también una alargada de gran capacidad.
Lanzacohetes Instalaza Modelo 53, el bazuka español
El lanzacohetes Instalaza modelo 53 o conocido en el ejército español como lanzagranadas Instalaza, fue un arma basada en el lanzacohetes estadounidense M20 Superbazooka, al igual que este podía separarse en dos partes para un mejor transporte, con la diferencia que se le había provisto de un escudo protector (que le daba un aspecto más parecido al panzerschreck alemán) y era más largo que su similar estadounidense,. Utilizaba un mecanismo eléctrico de encendido para el disparo y utilizaba un proyectil de carga hueca. Para anular el retroceso del arma la parte trasera esta abierta y es por donde escapan los gases, por lo cual las paredes internas del cañón no recibían grandes presiones, esto permitía disponer de un arma ligera y potente. A pesar de las prestaciones en la guerra del desierto fue inútil y ineficaz según los testimonios.
Características
Longitud:….
Calibre: 88,9 mm.
Peso: 8 kg.
Obús de montaña Schneider de 105/11 modelo 1919
Como las otras piezas artilleras reglamentarias en España modelo Schneider se fabricó en Trubia y Sevilla bajo licencia francesa. Este Obús se declaró reglamentario el 8 de Julio de 1924 con la intención de sustituir al cañón de montaña de 7 cm, demostró su utilidad y dureza en África y en la Guerra Civil Española. En 1957 esta pieza era de las más obsoletas que disponía el ejército español. Sin embargo al no disponer el Ejército de Liberación Marroquí de piezas mayores que un mortero sirvió en la campaña sin competidores.
Características
Peso: 747 kg.
Cadencia de disparo: dos tiros por minuto.
Obús de Campaña 105/26 Naval Reinosa
Este Obús ha estado en servicio en el Ejército de Tierra español prácticamente desde los años cuarenta hasta final de siglo. Y aún queda alguno como pieza de salvas y actos ceremoniales. Durante su vida operativa ha sido modificado desde el modelo de 1943 (basado en el Obús Alemán lFH-18) hasta el modelo de 1958. Este obús fue fabricado en la factoría Naval de Reinosa. Tenía un fuerte mecanismo de cierre, con un sistema de retroceso hidroneumático simple.
El fusil de asalto CETME A1 y A2, el futuro
El fusil CETME (Centro de Estudios Técnicos de Materiales Especiales) fue un diseño del gobierno español. A pesar de estar involucrado en muchos proyectos CETME fue sobre todo conocido por la investigación y el desarrollo de armas pequeñas. El fusil CETME es su proyecto más famoso (costó cerca de 40 millones de pesetas su desarrollo) y el nombre CETME es el más utilizado para referirse a esta arma, pues es el que se estampaba en dichos fusiles.
Históricamente este fusil deriva del alemán Stg-44 y su evolución al Stg-45 (que nunca llegó a producirse para el combate). Estos rifles de asalto fueron desarrollados por la compañía Mauser entre 1943-1945, pero la derrota de Alemania en la Segunda Guerra Mundial detuvo la producción y la experimentación. Sin embargo, algunos técnicos de Mauser implicados en el proyecto se refugiaron en España y otros fueron contratados por la misma en Europa. Uno de ellos, Ludwig Vorgrimler, fue su principal desarrollador, aunque la mayor fuerza de trabajo fue llevada a cabo por los españoles.
El CETME fue creado por orden del Ministerio de Guerra Español, y su primer modelo (A) vio la luz en 1952. En 1957 es adoptado por el Ejército de Tierra, un paso muy importante, ya que también se esperaba el exportar dicha arma a otras partes del mundo y su adopción fue un paso para tranquilizar a los posibles usuarios. Sucesivos modelos mejoraron aspectos como la cadencia, alcance, precisión y el tipo de cartucho. El CETME es considerado uno de los mejores fusiles de asalto de su tiempo por su precisión, su potencia y, sobre todo, su resistencia. Durante 50 años el Centro de Estudios Técnicos de Materiales Especiales desarrolló diferentes versiones de este fusil, conocido coloquialmente entre la tropa como «chopo» (en referencia a los viejos mauser que aún usaba la tropa).
En febrero de 1957, cuando comienzan las hostilidades en Ifni y el Sahara Español, se habían fabricado un total de 815 fusiles del modelo A (fabricados en un primer momento para continuar con las exhaustivas pruebas), sin especificar modelo, ya que hubo modelos A-1 y A-2, aunque este último fue el que se distribuyó a la tropa. La primera y única unidad armada al completo con el CETME A2 (con palanca de montar flotante y asa de transporte) fue la IV Bandera de la Legión y después de ésta lo tenían en dotación la XIII Bandera, sobre todo después del Desastre de Edchera en enero de 1958. Tras la guerra, las unidades destinadas en las últimas colonias españolas comenzaron a recibir fusiles CETME en grandes cantidades, sobre todo de modelos posteriores como el B y el C.
Características
Longitud: 1.000 mm.
Cargador: de 30 cartuchos extraíble.
Calibre: 7,92 x 40 mm CETME.
Peso: 4,5 kg.
Cadencia de disparo: 750 tiros por minuto.
BIBLIOGRAFÍA
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