En este artículo hablaremos de los restos del trasatlántico más famoso de la historia: El RMS Titanic.
La historia de este buque es mundialmente conocida debido al naufragio que sufrió en su viaje inaugural con destino a Nueva York, posteriormente, su historia fue adaptada por la obra de James Cameron en 1997 con la película homónima del famoso barco.
Es bien conocida la catástrofe que sufrió este buque de la compañía naviera White Star Line al chocar contra un iceberg a las 23:40 del 12 de abril de 1912, provocando su posterior hundimiento dos horas más tarde después del impacto. El buque quedó irremediablemente herido de muerte al impactar de costado contra la gran masa de hielo, abriendo vías de agua en cinco compartimentos. El barco podía mantenerse a flote con 4 compartimentos inundados, pero siendo cinco los afectados condenaron al barco, como bien analizó su arquitecto Thomas Andrews sobre unos planos minutos después de la colisión. No mucho después comenzaron las tareas de evacuación del barco en los botes salvavidas. Si juntamos el inferior número de botes necesarios para cubrir a todos los pasajeros en caso de accidente, el escaso número de personas con los que se llenaron los primeros botes y las temperaturas bajo cero del agua del atlántico norte entendemos la gran cantidad de fallecidos, 1523 de 2223 entre pasajeros y tripulación.
Los restos del trasatlántico fueron descubiertos el 1 de septiembre de 1985 por el famoso oceanógrafo y especialista en arqueología submarina Robert Ballard junto a Jean-Louis Michel en una expedición franco-americana coordinada por ambos.
El pecio fue encontrado a unos pocos kilómetros de donde se hundió el barco en el atlántico norte cerca de la isla de Terranova. con una gran cantidad de objetos y restos del barco esparcidos por el lecho marino a una profundidad de 3821 metros. Gracias al descubrimiento de los restos del Titanic se confirmó la teoría de que el barco se partió por la mitad momentos antes de hundirse. La parte que mejor se conserva es la delantera, conservándose unos 137 metros donde aún se puede entrar y explorar algunas cubiertas.
La parte trasera en cambio se halla en muy mal estado, casi totalmente aplastada y desarmada. Esto pudo producirse debido a la fuerte presión del agua cuando la sección caía hacia el fondo marino y por su forma poco hidrodinámica, al contrario que la sección de proa, que por su forma planeó en el agua posándose en el fondo con mucha menos agresividad que la sección de popa.
Como vimos anteriormente, la sección de proa se encuentra prácticamente semi-intacta y ahora veremos que partes y detalles del barco son aun reconocibles y en que estado se encuentran.
En primer lugar, a simple vista se observa el gran desgaste que ha sufrido todo lo que queda del buque por la acción de la corrosión marina, impregnándolo todo de herrumbre. En la sección de proa aun se conserva las grandes anclas del barco, las chimeneas se desprendieron en la caída hasta el fondo marino y en su lugar encontramos sus huecos correspondientes. La grúa delantera permanece intacta orientada a la punta de proa y se puede observar como la ventanilla de carga nº1 aparece abierta sin su tapa, que seguramente se desprendió en el descenso. El puente de mando del castillo de proa se encuentra sin la caseta de gobernación, que posiblemente desapareció en el descenso marino por la caída del mástil delantero sobre esta, el mástil se encuentra algo doblado y conservando aún parte de la cofa del vigía. Al desaparecer la caseta de gobernación dejó al descubierto el puente del timón sin su rueda, y muy cerca de esta zona está al descubierto el camarote del capitán Edward Smith con su bañera aún intacta.
Uno de los mayores atractivos de este lujoso trasatlántico eran su cúpula de vidrio y hierro forjado y la famosa gran escalinata. Actualmente no queda nada de la cúpula ni de la escalinata, ya que posiblemente esta se desprendió en el descenso destrozando la cúpula y dejando en su lugar un gran hueco por el que los exploradores submarinos pueden acceder fácilmente a las distintas cubiertas para grabar y explorar los interiores del navío.
En la sección de popa de lo poco reconocible que queda podemos mencionar los motores de las hélices de babor y estribor, también se puede visualizar un poco de las dos hélices laterales parcialmente enterradas. La mayoria de esta sección esta dispersa por todo el campo de escombros del que se compone el pecio, incluyendo las enormes calderas del barco, grandes trozos del casco, y también una enorme cantidad de objetos cotidianos como maletas, zapatos, botellas, cubiertos, porcelanas, gafas y un largo etcétera.
Muchos de estos objetos han sido reflotados y expuestos en museos, pero muchos otros han sufrido el expolio de inmersiones privadas, por lo que es un tema de discusión importante ¿Ha de reflotarse más patrimonio del Titanic? Es una respuesta sumamente compleja y con diversas opiniones, por una parte reflotar objetos nos da una información de primera mano del Titanic y de sus pasajeros, pero por otra parte el Titanic es y esta considerado por muchos un cementerio y patrimonio cultural subacuático al que debemos respetar y dejar intacto. Desde 1985 se continuaron distintas inmersiones para explorar y tomar más datos sobre el trasatlántico y según algunos expertos lo que queda del navío desaparecerá entre 2020 y 2050.