Durante el siglo XIV y XV la pintura europea vivió un gran cambio en cuanto a temas, técnicas, estilos… Los dos focos de esta pintura se situaron en Italia (concretamente en las ciudades de Florencia y Siena) y en la zona de Flandes (Bélgica y Holanda).

La pintura de los primitivos flamencos es el culmen de la pintura gótica. Estos maestros de la pintura llevan al cenit el detallismo como veremos a continuación en una de las obras maestras de este periodo, el Matrimonio Arnolfini obra de Jan Van Eyck. Durante esta época todo cambia, el nacimiento de una nueva clase social acaudalada como es la burguesía desplaza el mecenazgo de la iglesia que llevaba imperando en Europa durante todo el medievo. Estos burgueses contrataban a los artistas para que les retrataran, ya fuera en una escena religiosa o profana. La obras debían ser fieles a la realidad por lo que los autores perfeccionaron las técnicas hasta crear una pintura que representara hasta el último detalle.

Los autores de este periodo se denominan como Primitivos Flamencos, entre ellos encontramos el anteriormente citado Jan van Eyck y su hermano Hubbert Van Eyck que realizaron conjuntamente el Poliptico del Cordero Mistico, actualmente en la ciudad de Gante (ha sido la obra más robada de toda la historia). Otro gran autor fue Roger Van Der Wayden, fue un pintor que retrató con gran maestría el dolor, ya que al ver una de sus pinturas puedes ver su sufrimiento como sucede en el Descendimiento de la Cruz. El Bosco quizá sea uno de los autores más conocidos. Podría decirse que es el precursor del surrealismo y buena muestra de ello es el Jardín de las Delicias, aunque tiene muchas otras obras como El Carro de Heno, La Adoración de los Magos… Pieter Brueghel, “el viejo” retrató en gran medida las cosas cotidianas y lo entremezcló con el simbolismo típico de la época. El país de Jauja y la Parábola de los ciegos son algunas de sus obras.

Adentrándonos ya en materia, el Matrimonio Arnolfini es una de las obras maestras de la pintura universal. Jan Van Eyck retrató con gran maestría el enlace matrimonial de Giovanni Arnolfini con su esposa Giovanna.

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El cuadro tan solo tiene unas dimensiones de 80×60. Era usual que fueran de pequeño tamaño para poder ser transportadas.

La pintura flamenca como hemos señalado trajo consigo nuevas técnicas pictóricas como fue el óleo. Anteriormente se utilizaba el temple (usa clara de huevo como aglutinante del pigmento) pero en esta época se cambia por el óleo. El temple tenía una serie de inconvenientes uno de ellos es que secaba muy rápido, si se cometía un error era difícil de rectificar. El óleo ayudó en gran medida a esto ya que tardaba más en secar además de ofrecer una gama cromática mucho mayor. El soporte en el que se realizó la obra es una pieza de madera que usualmente se recubría de una pequeña tela. La pintura desde el inicio de los tiempos se ha hecho sobre dos soportes principalmente, la pared (al fresco) y la madera (la tabla). Se han utilizado otros materiales como el papiro pero en menor medida. Hasta el Renacimiento no se empezó a utilizar el lienzo como soporte, fueron los autores venecianos quienes lo utilizaron por primera vez. Otro aspecto importante es el uso de la luz en estas pinturas. La mayoría de las obras están localizadas en el interior de una habitación en la cual la fuente de luz procede de una ventana o balcón.

El detallismo que muestran los autores Flamencos es digno de mención. Diversos estudios han señalado que los maestros utilizaban pinceles de un solo pelo466 5 Jan van Eyck-Matrimonio Arnolfini-1434-Nat Gallery,Londres para poder pintar con más precisión el pelo. Esta técnica la vemos claramente en el perro que hay a los pies del matrimonio, si acercamos la imagen podemos distinguir hasta sus pelos. Era tal el realismo que algunos médicos han conseguido detectar enfermedades de los personajes en cuestión tan solo viendo los cuadros.

Esta obra ha generado a lo largo de la historia gran controversia por la cantidad de símbolos que tiene. Todos y cada uno de los objetos de la estancia así como los gestos de los protagonistas significan algo y vamos a verlos a continuación.

Comenzando de los pies a la cabeza nos encontramos en primer lugar con los zapatos de Giovanni. Estos apuntan hacia el exterior lo que significa que tenía una gran vida social. El perro, simboliza la lealtad de la mujer hacia el hombre, de toda la escena es el único que mira de frente al espectador. Giovanni Arnolfini fue un rico mercader de ascendencia italiana. Él se nos muestra con un semblante serio, está acompañado de una gran capa de colores oscuros en la cual Van Eyck es capaz de captar las diferentes texturas de la tela. Su mujer fue Giovanna Cenami, ella sigue los cánones de belleza de la época. Desde la antigüedad las mujeres se rapaban la frente hasta casi la mitad de la cabeza era un símbolo de belleza, cosa que hoy día no lo es tanto. Ella se nos presenta con un gran vestido verde de época y como sucede con los ropajes de su marido, Van Eyck es capaz de captar las texturas, los pliegues y arrugas de la tela. Llegado este momento encontramos uno de los secretos del cuadro. Yo os planteo esta pregunta ¿está embarazada?, la respuesta es no. Durante largo tiempo se ha pensado que así era pero tras estudiar la obra con detenimiento nos damos cuenta que son las vestiduras las que hacen ese efecto. Ambos cónyuges se están dando la mano, ese gesto simboliza la superioridad del hombre sobre la mujer pero aquí encontramos una contradicción. Si Giovanni realmente se casó con Giovanna esta era de mayor rango social que él por lo que este gesto no sería adecuado. Por ello muchos investigadores creen que se trata del hermano de Giovanni, Michele Arnolfini que se casó con una tal Elizabeth de familia desconocida.

Dejando las teorías a parte, en un segundo plano nos encontramos la ventana, la cual abastece de luz a la habitación, bajo ella hay una pequeña mesa en la que se encuentran tres naranjan_van_eyck_002jas y otra más bajo el marco de la ventana. Las naranjas no deberían de ser nada relevante si no fuera porque nos encontramos en pleno siglo XV y además en la zona norte de Europa. Por insignificantes que parezcan en aquel tiempo eran una exquisitez solo al alcance de unos pocos. Justo tras el matrimonio encontramos los zapatos rojos de Giovanna o Elizabeth pero estos a diferencia de los del marido señalan hacia el interior lo que significa que ella no tenía una vida social muy relevante como era propio de la época.El color predominante tanto en la alcoba como en el sillón que hay tras ellos es el rojo. Este intenso color como las naranjas era símbolo de poder y dinero. En la antigua Roma se utilizaba el color púrpura para indicar esto mismo.

Antes de comentar uno de los objetos más significativos del cuadro como es el espejo hablemos de la lámpara de araña. En ella Jan van Eyck trata el color de tal manera que asemeja claramente el metal con sus brillos y destellos. En ella hay tan solo una vela encendida símbolo de amor, sobre todo de la mujer al hombre. Ya por último, aunque podríamos seguir añadiendo objetos, está el espejo del fondo. Aquí observamos con claridad el detallismo de la pintura. Los espejos en el siglo XV eran un objeto de gran valor ya que no eran sencillos de conseguir, este tipo de espejo crea un efecto semejante al ojo de pez, ya que si nos acercamos a verlo deforma la habitación y a los que están en ella. Ahí podemos ver reflejados a cuatro personas, dos de ellas son los cónyuges y otra parece ser el propio autor del cuadro Jan Van Eyck. El cuarto personaje es una incógnita. Este detalle sirvió de inspiración para otro gran autor, Velazquez que en sus Meninas se autorretrata tal y como lo hace Jan. El marco de madera que hay alrededor del espejo muestra diferentes escenas de la pasión de Cristo. No debemos olvidar que aunque el siglo XV es un momento en el que Europa empieza a despertar del letargo en el que le ha sumergido la Iglesia goza de un gran poder.

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Esta imagen es fiel reflejo del detallismo de la pintura flamenca.

Jan Van Eyck con esta obra se consagra como uno de los mejores pintores de toda la historia podríamos señalar. Si nos fijamos en los rostros vemos el volumen que generan las luces y sombras. Lo mismo sucede con Giovanna aunque al estar en un perfil 3/4 ese claroscuro no es tan pronunciado. Este tratado de sombras es solo el inicio de lo que estaría por llegar en el Barroco con autores como Caravaggio que llevan el claroscuro al límite.

En resumidas cuentas esta obra es una de las más enigmáticas y más representativas de la pintura flamenca. Es de ese tipo de cuadros en el cual el autor te da pistas sobre lo que puede estar sucediendo en la habitación, pero no respuestas concretas. Esta especie de juego hace que no puedas apartar la mirada de los fríos ojos de Giovanni y del gesto de Giovanna recogiendo su vestido. El cuadro como si se tratase de una fotografía te traslada hacia atrás en el tiempo, hacia el momento en que el pintor captó y retrató con gran exactitud la escena que estaba allí sucediendo. Por este y muchos otros motivos el Matrimonio Arnolfini de Jan Van Eyck es una de las mejores obras jamás realizadas.

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