Estos días se han estado celebrando los Juegos Olimpicos, el mayor evento deportivo y mediático del año. Dichos Juegos se remontan a la Antigua Grecia. Olimpia era la ciudad que los acogió entre los años 776 a.C y 393 d.C. Todas las ciudades estado (Polis) mandaban a sus mejores atletas a competir en los juegos. Durante el periodo de tiempo en el que se realizaban los juegos, las contingencias entre las Polis cesaban hasta la finalización de los mismos. Hoy hablaremos de esta gran civilización, la griega. Comencemos.
Antes de entrar en materia debemos conocer la historia de Grecia, cuna de la civilización occidental y a la cual debemos mucho. Podríamos remontarnos casi al tercer milenio antes de Cristo cuando en la zona de la Hélade (actual Grecia) floreció la cultura minóica o cretense pero avanzaremos en el tiempo hasta aproximadamente el siglo XII a.C cuando da inicio la denominada época Arcaica. En este periodo de tiempo que se desarrolla hasta el siglo VI a.C podríamos diferenciar dos etapas; del siglo XII hasta el siglo IX y del siglo VIII hasta el siglo VI a.C. La primera etapa tuvo un menor desarrollo que la segunda, esta se caracterizó por la creación de las Polis. Se extendieron por toda la Península Balcánica e incluso en Asia Menor (actual Turquía) y posteriormente hacia la ‘Magna Grecia’ (costas orientales italianas). Estas Polis eran el engranaje principal de la civilización, los núcleos políticos, económicos y culturales de la creciente civilización.
El arte en esta época estaba muy influenciado por las potencias que rodeaban a Grecia. Si observamos una escultura de la época arcaica tiene gran semejanza con las que podemos encontrar en Egipto o Mesopotamia. Los cuerpos aún son muy rígidos, los brazos están pegados al cuerpo, el cabello parece escalonado y los rostros no muestran ningún tipo de sentimiento excepto una leve sonrisa llamada sonrisa arcaica. Este tipo de escultura es la más primitiva, en las siguientes épocas veremos como evolucionan los cánones de belleza, el movimiento será algo muy destacado, además los rostros adquieren vida.
Entre la época Arcaica y Clásica en lo que se refiere a escultura podemos diferenciar una época de transición o también llamado el ‘estilo severo‘ en el cual las esculturas adquieren cada vez mayor movimiento y gesticulación, los brazos se empiezan a separar del cuerpo y a tomar forma.
Durante la época clásica (siglos V y IV a.C) dos Polis empiezan a despuntar, la militarizada Esparta y la refinada Atenas. Durante estos dos siglos se suceden diversos conflictos que cambiarán la historia de Grecia. En primer lugar están las Guerras Médicas o guerras contra los Persas, estos en su ansia expansionista por Oriente Medio llegaron a la zona de Asia Menor donde conquistaron las ciudades griegas. Durante este tiempo las Polis griegas se unieron en “Ligas”, la más importante era la de Delos. En estas ligas cada Polis donaba una parte de sus riquezas para sufragar los gastos de guerra. Este conflicto se desarrolló en dos etapas que cambiaron el mundo Helénico. El primer cambio fue el sentimiento de unión entre las ciudades ante un enemigo común y más tarde las crecientes diferencias entre Esparta y Atenas.
Todo ello se saldó con la victoria Griega, en la primera guerra las tropas Atenienses derrotaron a las de Darío el Grande en Maratón (490). En la segunda Guerra Médica como recrea la película 300 los espartanos fueron derrotados en la batalla de las Termópilas. La venganza se saldó en los años 480 y 479 a.C cuando el ejercito formado por atenienses, espartanos y corintios derrotó al ejercito de Jerjes en Salamina, Platea y Micala. Finalmente los espartanos en la batalla de Sesto (478) se retiraron dejando solos a los atenienses que vencieron definitivamente a las tropas de Jerjes.
Tras la victoria comenzaría la hegemonía ateniense. Atenas intentó hacerse con todas las Polis de Grecia, esto le llevó a enfrentarse con Corinto, otra gran potencia. Hubo una época de paz entre ambas ligas pero finalmente las tensiones irían acrecentándose hasta que allá por el año 431 a.C las tensiones acabaron por desatar un conflicto. Esta Guerra fue llamada la Guerra del Peloponeso y se extendió en el tiempo unos 27 años hasta el 404 a.C. Los dos contingentes estaban agrupadas en ligas, Atenas prosiguió con la Liga de Delos (o Confederación de Delos) mientras que Esparta se unió a la Liga del Peloponeso que finalmente se hizo con la victoria. Toda esta conflictividad fue aprovechada por unas potencias en auge al norte de Grecia, primero Tebas luego Macedonia. Esta segunda invadió el norte de Grecia y aunó a las polis en la Liga de Corinto, este hecho hizo que las polis perdieran su independencia y pasaran a depender de la nueva metrópoli. A la muerte de Filipo le sucede en el cargo su hijo Alejandro III Magno, un enamorado de la cultura helénica ya que fue discípulo de Aristóteles. A todo esto se le sumaron una serie de conquistas durante los trece años que estuvo en el cargo, este genio de la estrategia consiguió crear el mayor imperio de la antigüedad. Con tan solo 33 años murió y con él finalizó la época clásica griega.
Esta época clásica en lo que se refiere al arte llega a su cenit. Podríamos diferenciar dos periodos, el siglo V y el siglo IV a.C. El siglo V como dijimos antes fue el Siglo de Pericles. La destrucción de Atenas durante las Guerras Médicas no fue ni mucho menos el hundimiento de la ciudad sino que los atenienses y sus líderes consiguieron levantarla de sus propias cenizas. Se comenzó la construcción de la Acrópolis con monumentos tan impresionantes como El Partenon o el Erecteión de los cuales hablaremos en otro momento.
La escultura griega cambia con respecto a la época anterior. Priman sobre todo esculturas de bulto redondo (pueden observarse en todos los ángulos), los materiales preferidos son el mármol y el bronce. Los cuerpos de las esculturas cada vez tienen más movimiento, los rostros muestran serenidad… Los principales autores de este siglo fueron Fidias que con su técnica de paños mojados recrea a la perfección el movimiento y la textura de los ropajes. Sus mejores obras se encuentran en el Partenon aunque muchas de ellas han desaparecido. El Zeus de Olimpia y Atenea Partenos (diosa de la ciudad de Atenas) fueron otras de sus obras. Policleto, él fue un artista que trabajó sobre todo el bronce. Él estableció el canon de 7 cabezas, es decir, la medida perfecta y proporcionada de los cuerpos. Sus mejores obras fueron el Lancero o Doríforo y el Diadumeno, ambas obras reflejan a la perfección las características de esta época.
Si seguimos avanzando en el tiempo llegamos al siglo IV a.C. Aquí los principales autores fueron Praxísteles, él creó el primer desnudo de una mujer en el arte clásico, la Venus Cnidia. Scopas fue el autor del sentimiento (pathos), él imprimió a sus obras un gran movimiento como podemos ver en la Ménade Danzante y Lisipo establece el canon de 8 cabezas que estiliza las figuras. Además fue el retratista oficial de Alejandro Magno. Otras obras suyas fueron el Apoxiomeno en el cual capta el instante en el cual un atleta se pasa el estrigilo (una especie de espátula con la cual los atletas se limpiaban de sudor y arena tras el entrenamiento) antes de entrar a los baños. Por último está el Hércules de Farnesio, aquí Lisipo muestra al héroe griego con una musculatura descomunal.
Finalmente tras la muerte de Alejandro sus generales luchan para ver quién se queda con el poder del basto imperio. En este momento comienza la época Helenística. La economía griega estaba saneada ya que se habían abierto nuevos canales comerciales. Ya en el siglo I d.C Grecia cae ante el poder de Roma. Los romanos fueron unos admiradores de la cultura griega. Gracias a ellos se conservan gran parte de las esculturas. La cultura helénica basada en el hombre (antropocentrismo) se expandió con Alejandro Magno y más tarde Roma la universalizl.
Durante esta época el arte cambia con respecto a la anterior. La época Helenistica rompe con la belleza serena del clasicismo griego, esta avanza hacia el movimiento (pathos), los grandes escorzos y el sentimiento. Las nuevas corrientes ideológicas generan una nueva visión del mundo, en ella la vida es cruel y llena de sufrimiento al contrario de lo que querían transmitir los autores clásicos con sus esculturas serenas y despreocupadas de todo lo que sucedía a su alrededor. Los grupos escultóricos predominan en este tiempo además de su intento por captar en instante.
Durante este periodo se crean una serie de escuelas a lo largo y ancho del otrora Imperio Alejandrino. Cada una de ellas tiene una serie de características y abordan temas distintos; las principales son:
Escuela Ática o Neoática. Fue la que se desarrolló en la Hélade, siguen la tradición clásica. Suelen representar temas cotidianos y las obras más importantes son: el Boxeador y la Venus de Milo; el tratado de los ropajes en esta escultura es sublime casi se asemeja al de Fidias.
La escuela de Rodas. Es la más expresiva y teatral de todas. Sus mejores obras son La Victoria de Samotracia hecha en mármol con una maestría sublime, parece que el viento acaricia sus alas y sus ropas dan la sensación de ser transparentes. La otra obra maestra es el Laoconte y sus hijos devorados por una serpiente. Representa el instante en el que los dioses castigan a Laoconte tras advertir a los troyanos de que el caballo de madera podría ser una trampa. Cada una de estas obras da para una artículo ya que son obras maestras de la antigüedad.
La escuela de Pérgamo. Esta es muy expresiva ya que representan temas violentos e históricos además de las luchas contra los gálatas (pueblo proveniente de la Galia que se asentó en la zona de Asia Menor). Entre sus mejores esculturas están el Galo herido, el Galo suicidándose y el Galo moribundo. Todos ellos reconocibles porque aparecen con bigote.
Otras escuelas fueron las de Alejandría y Antioquia. Estas tienen una menor importancia pero aún así son dignas de mención. En la escuela de Alejandría el detallismo es fundamental mientras que en Antioquia lo que predomina es la relajación.
A Grecia le debemos lo que somos hoy día. La civilización occidental ha avanzado al compás que nos marcaron aquellos filósofos y pensadores. Desde la política pasando por el arte hasta nuestra concepción del bien y el mal es cosa de aquella civilización.